¿Puedo Rehabilitar a Alguien Por la Fuerza?

La respuesta es muy directa: sí, es posible rehabilitar a alguien por la fuerza. Siendo totalmente legal, válido y efectivo que los familiares de una persona con problemas la ayuden aunque no quiera recibir tratamiento.


Ayudando a persona que no quiere

¿Es Legal La Rehabilitación Forzada?

Hay que comprender que alguien atrapado en conductas destructivas es una persona enferma; así, no tiene un juicio sano y no es capaz de tomar decisiones por sí misma sobre lo que es conveniente para su salud.

Aunque el afectado sea mayor de edad es legal rehabilitarlo por la fuerza. Incluso la ley apoya a las familias amparándolas bajo la "Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009", permitiendo que los familiares más cercanos de una persona enferma firmen una autorización o consentimiento para someterla a forzada.


Firmando autorización
Firmando autorización

¿Es Mala La Ayuda Por La Fuerza?

Tenemos que afrontar el hecho de que los individuos que manifiestan problemas de conducta tarde o temprano sólo pueden llegar a dos destinos diferentes: la o la muerte.

Darle en contra de su voluntad a una persona que se niega a recibirlo no puede ser considerado algo malo o cruel. Simplemente es un acto de amor que hace la familia para salvarle la vida a un ser querido.


Familiares ayudando
Familiares ayudando

¿Cómo Es Una Rehabilitación Obligada?

Dentro de una obligada el paciente no es golpeado, ni maltratado, ni sometido con fuerza bruta.

Los expertos en problemas de conducta saben que la violencia sólo empeora las cosas y no ayuda en nada.

Todas las personas en un proceso de recuperación son tratadas con firmeza y disciplina; pero siempre cuidado su integridad física y emocional. Así, deben de estar en instalaciones cómodas y seguras, que les brinden tranquilidad.


Rehabilitación contra voluntad
Rehabilitación contra voluntad

¿Por Qué Es Necesaria La Ayuda Forzada?

Si en verdad se desea ayudar a un miembro de su familia con problemas es momento de ser fuerte y tomar decisiones rápidamente; ya que cada minuto cuenta.

Cuando menos lo esperamos una persona enferma es capaz de cometer cualquier atrocidad, caer en prisión o morir.